sábado, 28 de noviembre de 2015

Empanadico de calabaza


Fuera de la provincia de Huesca no sé si se conocerá mucho esta receta pero la verdad que es un dulce muy típico en estas fechas y me trae bonitos recuerdos así que tenía especial interés en adaptarla. El primer intento fue sin huevo, sin lactosa y sin gluten pero la verdad que lo del huevo... lo tuve que dejar por imposible! Así y todo, al final ha quedado bastante aproximado y con estas cantidades sale un empanadico (o pastillo, que depende de la zona el nombre cambia) grande o un par medianos.

Ingredientes:
  • 475 gramos de harina Proceli (o Auchan)
  • Medio sobre de levadura de panadero
  • 300 milílitros de agua
  • 75 milílitros de aceite
  • Un cuarto de naranja
  • Una cucharadita de anís estrellado (o en grano)
  • Un cucharada sopera y media de azúcar
  • 2 huevos
  • 300 gramos de calabaza limpia y laminada
  • Pasas
  • Piñones
  • Nueces
  • Canela y azúcar

Preparación:

En un cazo ponemos a hervir el agua con el aceite, la naranja, el anís y la cucharada y media de azúcar. Mientras tanto tamizamos la harina junto con la levadura en un cuenco. Cuando haya roto a hervir la mezcla del cazo la vertemos colando sobre la harina para escaldarla. Con una espátula vamos mezclando con cuidado porque quemará y cuando sea manejable la amasamos hasta que quede una masa lisa y nada pegajosa.

Cuando la masa se haya enfriado de todo es el momento de incorporar los huevos. Hay que hacerlo de uno en uno y verás que la masa se vuelve de pronto casi inmanejable y muy pegajosa. Conforme se vaya amasando adquirirá una textura muy manejable y elástica. Hacemos una bola, la ponemos en un cuenco tapada con film y la dejamos reposar en torno a una hora.

Estiramos la masa sobre un papel de horno dejándola bastante fina. Yo utilicé un rodillo ajustable y la dejé a dos milímetros. Aquí hay dos maneras, o bien estiramos toda la masa para rellenar la mitad y luego doblarla sobre sí misma o bien cortamos la masa en dos para rellenar una mitad y colocar la otra mitad como "tapa". Sea como sea, ponemos la calabaza de manera uniforme y sobre ella repartimos generosamente una mezcla de canela y azúcar, así como los piñones, las nueces picadas y las pasas remojadas.

Cerramos la masa, sellando bien los bordes con un poquito de agua y pintamos toda la superficie con un poco de aceite de oliva. Volvemos a poner por encima más mezcla de canela y azúcar y hacemos unos cuantos agujeros por la superficie para que al cocer pueda respirar el relleno. Finalmente lo metemos en el horno precalentado a 180 grados durante 30 minutos o hasta que tome un color tostado.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Crema de calabaza al curry


Hace bastantes días que no ponía una receta salada, lo reconozco. Así que aprovechando que el frío ha venido de golpe, que tengo un excedente de calabazas que no me lo termino y que el curry aporta un puntito que me encanta, aquí va una receta de cuchara que calentará el cuerpo en un momento. Y una vez termine esta receta... me pongo con el arsenal navideño que no es poco precisamente!

Ingredientes:
  • 1 kilo de calabaza limpia
  • 150 gramos de puerro
  • 150 gramos de cebolla
  • 150 gramos de patata
  • 1 diente de ajo
  • 1 litro de caldo de pollo
  • Media cucharadita de curry
  • Media cucharadita de nuez moscada
  • Media cucharadita de pimentón
  • 100 milílitros de leche evaporada
  • Mantequilla

Preparación:

Lo primero que tenemos que hacer es pelar y despepitar la calabaza. Una vez la tengamos limpia la cortamos en trozos regulares y no demasiado grandes. En una cazuela con mantequilla (también se podría hacer con aceite pero me gusta el sabor que aporta) se doran bien los trozos de calabaza a fuego fuerte y se van reservando. Lo recomendable es hacerla en tandas para que no se amontone y se puedan dorar bien.

Picamos la cebolla, el ajo y el puerro, y la patata la cortamos en cubos pequeños, pochándolo todo en la misma cazuela junto con la calabaza que hemos dorado unos diez minutos a fuego medio. En este punto añadimos las tres especias para que suelten todo el sabor.

Añadimos después el caldo de pollo y desde que comience a hervir contamos unos 20 minutos. Una vez pasado el tiempo trituramos todo con una batidora eléctrica y si se quiere después se puede pasar todo por un colador chino para que quede más fino. Una vez triturado, añadimos la leche evaporada y mezclamos bien.

Como queda una crema muy fina en sabor, la guarnición puede ser algo más potente para jugar con los contrastes. Aquí está acompañado de una gambas salteadas con ajo pero puede ser panceta crujiente, unos piñones tostados, jamón cortado a taquitos... y sobre todo un chorro de aceite de oliva, que también puede estar aromatizado con alguna hierba o incluso picante.