Lo que menos vas a notar es que son sin gluten porque la verdad que son muy muy suaves y blanditas. Aquí están decoradas con chocolate rojo y rellenas de "marshmallow fluff" o crema de malvaviscos (los jamones de toda la vida...) porque la ocasión lo merecía pero puedes cortarlas con otra forma y decorarlas como mejor te guste. Tan sólo un apunte, con la mezcla recién hecha la textura es muy blanda por lo que hay dos opciones para formarlas: meterla en una manga con una boquilla rizada e ir haciéndolas directamente sobre un papel de horno o bien meter la masa en la nevera para que coja un poco de dureza, estirarla entre dos papeles de horno con un rodillo y volverla a la nevera hasta que endurezca de todo para finalmente cortarlas con un cortador con la forma que deseemos.
Ingredientes:
- 80 gramos de harina de arroz
- 200 gramos de harina Schär Mix Dolci
- 80 gramos de azúcar glas
- 190 gramos de mantequilla en punto pomada
- 2 huevos
- 1 cucharadita de vainilla en pasta
Preparación:
Mezclar la mantequilla junto con el azúcar hasta que se quede una masa homogénea y añadir entonces los dos huevos.
Incorporar las dos harinas tamizadas poco a poco e ir mezclando bien para que no queden grumos Añadir por último la pasta de vainilla. Yo usé la de la marca "Home chef" por aquello de que no tiene gluten pero si no teneis podeis usar cualquier otra o incluso esencia.
Formar las galletas como hemos comentado antes y meter en el horno precalentado a 180 grados. Dependerá un poco del tamaño que hemos formado por lo que habrá que controlar a partir de los 12 minutos para que no se quemen. Las de la imagen tienen 6 milímetros de grosor y estuvieron unos 18 minutos.
Sacar del horno, dejar que templen un poco para poderlas coger y con mucho cuidado pasarlas a una rejilla para que se enfríen. Una vez frias de todo, decorarlas como nos gusten (untarlas en chocolate, hacerlas dobles y rellenarlas con cualquier crema...)
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