El término teriyaki corresponde a una técnica de cocción propia de la cocina japonesa y que consiste en asar alimentos al horno o al parrilla previamente adobados en una salsa dulce del mismo nombre. La salsa se vende hecha por muchas marcas comerciales pero vamos a prepararla nosotros mismos porque así nos aseguraremos que no contiene gluten y para espesarla tenemos la opción rápida de la Maizena como pongo o reducirla al fuego si queremos una salsa más concentrada. En cuanto al empanado, originalmente se utiliza un producto llamado "panko" que no es más que pan rallado de una forma como alargada por lo que si lo sustituimos por pan rallado normal el resultado también es muy aceptable.
Ingredientes para la salsa teriyaki:
- 75 milílitros de salsa de soja tamari (o cualquiera otra sin gluten)
- 2 cucharadas de vinagre de arroz
- 1 cucharadita de aceite de sésamo
- 2 cucharadas de agua
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- 2 dientes de ajo picados
- 2 cucharaditas de jengibre en polvo
- 1 cucharada de Maizena
Ingredientes para los langostinos:
- 12 langostinos
- Harina de maíz
- 1 huevo
- Pan rallado sin gluten
- Aceite de girasol
Preparación:
Primero vamos a preparar la salsa teriyaki y para ello metemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora. Trituramos bien para que quede una salsa fina y lisa y reservamos. Así queda una salsa bastante ligera por lo que si la quisiéramos más espesa deberíamos eliminar la Maizena y ponerla al fuego hasta que reduzca.
Pelamos completamente los langostinos (incluida la cola) y los ponemos en un bol junto con la salsa anterior. Los dejamos marinar una media hora y luego los escurrimos bien. Después ensartamos cada langostino en una brocheta.
Para facilitarnos el trabajo, ponemos en tres platos juntos harina de maíz, el huevo batido y el pan rallado y vamos pasando los langostinos primero por la harina, sacudiendo el sobrante, luego por el huevo batido impregnando bien y finalmente por el pan rallado.
Freímos en abundante aceite de girasol y al sacarlos los pasamos a papel absorbente para quitar el exceso. Un truco para que las brochetas de madera no se quemen al freír es haberlas tenido previamente a remojo y secadas justo antes de ensartar los langostinos. Lo único que habrá que tener cuidado porque al meterlas en el aceite caliente puede salpicar algo.
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