jueves, 23 de octubre de 2014

Tarta de cerveza negra



Esta es una de esas tartas que cuando dices el ingrediente que le da nombre sorprende pero que luego sorprende más aún cuando la pruebas. La cerveza negra combina muy muy bien con el chocolate y lejos de aportar su propio sabor, potencia el del chocolate. Algo parecido le pasa a la vainilla así que vamos, si te gusta el chocolate… esta es tu tarta!

Ingredientes
  • 250 mililitros de cerveza negra (yo utilicé Gisberga por aquello de hacer patria)
  • 250 gramos de mantequilla
  • 250 gramos de harina
  • 75 gramos de cacao sin azúcar
  • 400 gramos de azúcar
  • 1 sobre de levadura tipo Royal
  • 2 huevos
  • 150 mililitros de nata líquida
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla

Ingredientes para el relleno:
  • 200 gramos de queso para untar tipo Philadelphia
  • 100 gramos de azúcar glas
  • 250 mililitros de nata líquida

Preparación:

Ponemos en un cazo a calentar la cerveza sin que llegue a hervir. Cuando empiece a humear añadimos la mantequilla cortada a dados y removemos con unas varillas hasta que se disuelva completamente. Retiramos y reservamos para que se enfríe la mezcla.

En un bol tamizamos la harina junto con el cacao. Añadimos también el azúcar y el sobre de levadura y mezclamos todo bien hasta que quede homogéneo.

En otro bol aparte batimos los dos huevos junto con la nata y la esencia de vainilla. Una vez que haya quedado integrado añadimos la mezcla de cerveza y mantequilla. Removemos de nuevo y añadimos esta mezcla líquida a la mezcla de harina, cacao, azúcar y levadura. Ligamos todo y lo pasamos a un molde desmontable que habremos untado previamente con mantequilla y harina.

En el horno precalentado a 180 grados con calor arriba y abajo lo metemos durante 50 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo salga limpio.

Mientras se está horneando el bizcocho hacemos el frosting y para ello mezclamos el queso de untar con el azúcar glas. Montamos la nata (para ello muy recomendable que tanto el recipiente como la propia nata estén lo más fríos posible) y lo mezclamos con movimientos envolventes suaves para evitar que se baje.

Una vez que el bizcocho esté hecho, esperamos a que esté completamente frío (incluso un rato en la nevera nos permitirá manejarlo mejor). El frosting lo podemos poner por encima simulando la espuma de la cerveza o abriendo el bizcocho por la mitad. Si lo abrimos también podemos poner una mermelada con un punto más ácido como frutas del bosque o rojas.

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